1. Situación de los niños
Principales problemas que afectan a los niños en Siria
Víctimas de la guerra
Los niños más inocentes y vulnerables son las primeras víctimas de la guerra. Muchos de ellos son privados de un entorno propicio para su desarrollo. En concreto, cerca de tres millones de niños sirios han sido asistidos, mientras que la guerra civil ha asolado el país en los últimos tres años.
Muchos niños son víctimas de bombardeos diarios y viven bajo la inseguridad y el miedo, lo que provoca que sean víctimas del pánico y de problemas psicológicos.
Además en los campos de guerra y en los frentes los niños sirios son tomados rehenes o reclutados por grupos armados para servir como soldados. Algunos son partícipes de las hostilidades, lo que viola el Protocolo que prohíbe la participación de menores en conflictos armados.
Derecho a la sanidad
Siria no había enfrentado antes graves crisis sanitarias. Sin embargo, la violencia y el conflicto prolongado han dado un giro a la situación.
La salud de los niños se ha deteriorado considerablemente desde el inicio del conflicto. Durante los enfrentamientos entre el Ejército Libre de Siria y las fuerzas armadas del país, muchos niños han sufrido lesiones o han muerto, víctimas del lanzamiento de misiles u otras armas de fuego. Por temor a ser secuestrados, torturados o asesinados, algunos de ellos no son enviados a hospitales (algunos de los cuales han sido destruidos en el transcurso de la guerra).
Los niños son atendidos en casas de civiles, por lo que la falta de suministros médicos y las condiciones insalubres en las que son atendidos aumentan los riesgos de este tipo de operaciones y la mortalidad entre los menores de cinco años.
Derecho a la alimentación y al agua
El estado de alerta declarado por el gobierno en varias ciudades ha conducido a una crisis alimentaria: la población civil no tiene suficientes alimentos, ni agua, por lo que cada vez más niños son víctimas de la desnutrición.
Pobreza
Generalmente, Siria nunca tuvo que hacer frente a los grandes problemas relacionados con la pobreza, pero con la crisis económica mundial y el estallido de la guerra civil en 2011, la economía nacional se ha deteriorado a la vez que las sanciones internacionales se han endurecido.
La tasa de desempleo es alta y los precios se han incrementado significativamente, arrastrando a muchas familias a la pobreza.
Los niños sufren la falta de alimentos, electricidad y combustible, lo que a su vez, afecta directamente sus derechos y bienestar.
Hoy en día, más de tres millones de niños necesitan ayuda humanitaria para sobrevivir. Por lo que en total, hay más de seis millones de personas afectadas.
Derechos de los niños refugiados
La barrera del millón de niños sirios refugiados se superó en agosto de 2013. Tan sólo ellos representan la mitad de todos los refugiados en Siria.
Desarraigados de sus hogares y, a veces separados de sus padres, los niños se ven obligados a huir a los países vecinos para escapar del conflicto. Viven en condiciones de extrema pobreza en campamentos de refugiados, donde no se les garantiza los derechos y el acceso a la sanidad, alimentación y educación (ver niños desplazados).
Hasta la fecha, cerca de 3 500 niños sirios se han trasladado a Jordania, al Líbano y a Irak sin ningún tipo de apoyo familiar, lo que ha aumentado su trauma y desorientación.
Más de 750 000 niños refugiados sirios tienen menos de once años. Estos niños viven los primeros años de vida, una etapa crucial para el crecimiento, en refugios improvisados: viviendas rudimentarias e insuficientes, sobre todo en los meses de invierno.
Una adición reciente son los más de dos millones de niños desplazados dentro del mismo territorio (la mitad de la población desplazada, estimada en aproximadamente cuatro millones de personas).
Derecho a la Educación
En Siria, muchas escuelas han sido dañadas, destruidas o convertidas en bases militares, lo que impide que los niños asistan a la escuela con normalidad, ya que supondría un peligro para sus vidas.
En los campos de refugiados, el acceso a la educación no está garantizado. Sin embargo, la mayor parte de los niños en edad escolar no están matriculados en las escuelas puestas a disposición por los países de acogida y los organismos humanitarios. Según el ACNUR, (Agencia de la ONU para los Refugiados) alrededor de 300 000 niños refugiados en Líbano y Jordania podrían quedarse sin escuela al final del 2013.
Con la crisis, la educación es percibida como un lujo. Las necesidades básicas deben ser siempre una prioridad, por lo que el futuro de los niños pasa a un segundo plano. Sin embargo, la educación es necesaria para que esta generación de jóvenes sirios no se convierta en una “generación perdida”. |